La Navidad es un momento precioso para dejar sorprender de nuevo y abrir nuestro corazón ante el hermoso signo del Pesebre.
La representación con figuras del Nacimiento de Jesús es el anuncio del Misterio del Hijo de Dios hecho carne, con alegría y sencillez.
Como recuerdo e invitación a ponernos en camino, con la humildad de quien nace y va a dar su vida por todos nosotros, por amor.
Las Catequistas Sopeña os deseamos para esta Navidad la capacidad para abrir nuestros corazones ante el gran Misterio del Portal de Belén y lo que representa, más allá de las figuras que decoran nuestros hogares.
La Luz del Nacimiento de Jesús será siempre guía de nuestra Familia Sopeña, para vivir bajo los valores que también la Beata Dolores Sopeña nos legó y que deben ser la mejor decoración de nuestra Navidad: la vida en familia y en comunidad, la alegría como actitud, la oración para experimentar el amor de Dios, la entrega y servicio a los demás, la cercanía a todos y la sencillez, fruto de la transparencia y la humildad.
Esa Luz es, además, signo de esperanza ante la realidad que vivimos y vive la Humanidad, hermanos todos.
¡Hagamos hueco en nuestra vida, de tanto brillo y cosas vanas a las que se nos conduce, para abrazar a Jesús, pobre y sencillo!
Feliz Navidad