Celebración San Ignacio de Loyola

El próximo lunes 31 de julio tendrá lugar la celebración de fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y autor de la gran obra «Ejercicios espirituales”.

Para las Catequistas Sopeña, San Ignacio es uno de sus cuatro patronos. De hecho, el Instituto tiene espiritualidad ignaciana y nuestra fundadora, la beata Dolores Sopeña, está enterrada en Loyola, dado que, para ella, esta era su patria espiritual.

El 31 es fiesta grande en la tierra natal del santo. Ese día se tendrá una misa solemne en la parroquia de Azpeitia y, al día siguiente, otra en la Basílica dedicada a este guipuzcoano ilustre, presidida por el obispo de San Sebastián… Y, durante tres días, las noches estarán iluminadas por unos espectaculares fuegos artificiales y diversos actos culturales.

Una festividad muy entrañable no solo para los jesuitas sino para toda la gran Familia Sopeña y amigos y amigas de espiritualidad ignaciana. Quienes queremos mantener viva y encendida nuestra espiritualidad para ayudar a mucha gente a dar un sentido pleno a sus vidas

Como es tradición, durante esos días, en nuestra casa de Azpeitia, tendremos nuestros Ejercicios Espirituales anuales y, a continuación, la Reunión Provincial de España. Días dedicados a la formación, el compartir fraterno, el descanso y a soñar proyectos de futuro.

Misioneras en Medio del Mundo

“Vivimos para comunicar al mundo nuestra misión humanizadora del Evangelio”

Las Catequistas Sopeña, somos en la Iglesia continuadoras y recreadoras del legado de nuestra Beata Dolores Sopeña, a quién tenemos por fundadora y maestra espiritual.

Desde el nacimiento del Instituto Catequista Dolores Sopeña en el año 1901, las Catequistas Sopeña hemos seguido contagiando nuestra misión humanizadora del Evangelio en muchas partes del mundo, centrándonos en el mundo del trabajo y ofreciendo oportunidades para que las personas vivan con la dignidad que se merecen.

Misioneras en Medio del Mundo

Gracias a nuestra metodología de trabajo basada en salir al encuentro y a que vestimos de calle, podemos llegar a todo tipo de sectores sociales para hacer presente a Dios allí donde nos encontremos.

Sin fronteras geográficas ni religiosas, somos mujeres de vocación misionera que vivimos a la intemperie para anunciar la palabra de Jesucristo y construir lazos de fraternidad para crear un verdadero ambiente de amistad , dando a conocer el amor y la ternura de Dios.

Misioneras en Medio del Mundo

Nuestro particular modo de dar a conocer a Dios nos hace ser diferentes. Vivimos un nuevo estilo de consagración religiosa basada en la presencia en medio del mundo, dedicándonos especialmente a la promoción humana y a la evangelización de la familia trabajadora, sobre todo en los sectores más alejados de la Iglesia.

Misioneras en Medio del Mundo

Asumimos además como vocación el cultivo de la oración personal, a la cual dedicamos, varios tiempos a lo largo del día. Además, para nutrir nuestra vida espiritual, realizamos Ejercicios ignacianos todos los años, retiros todos los meses y mantenemos diálogos con Jesús a lo largo de nuestra jornada. Todo esto es muy necesario para retroalimentar nuestro ser y recibir la fuerza e inspiración que necesitamos.

¡Ser Misioneras en Medio del Mundo es nuestro gran proyecto de vida!