FORTALECER LA COMUNIDAD DE LAICOS

Este pasado fin de semana ha tenido lugar una nueva reunión de la Comunidad de Laicos de Madrid. Organizada con el objetivo de fortalecer una de los grupos más activos de la familia Sopeña, la reunión es un momento para la reflexión y para compartir la fe, la vida y nuestro Carisma.

En el entorno privilegiado de El Espinar, la comunidad, compuesta por personas que colaboran o han colaborado en los centros de apostolado, continuó con la profundización en la Autobiografía de nuestra fundadora y en el Evangelio de San Lucas.

El espíritu Sopeña va más allá de estar o trabajar en un Centro de la gran obra apostólica de las Catequistas, la Fundación Dolores Sopeña. Pertenecer a la familia Sopeña supone aportar a la Iglesia y a nuestro carisma desde donde se esté.

Cuando la Beata Dolores Sopeña fundó el Instituto Religioso no eliminó la Asociación de Apostolado Seglar ni las catequistas absorbieron las tareas apostólicas, muy al contrario.

En el momento de su constitución, el Instituto Catequista potenció esa asociación laical e, incluso, en aquellos lugares donde no era posible la ubicación de una comunidad religiosa, eran los laicos quienes realizaban el trabajo directo, siempre con el acompañamiento cercano, espiritual y apostólico, de las Catequistas.

Fieles a esa intuición carismática de nuestra Madre fundadora, catequistas y laicos compartimos la misión propia del Instituto y la gran misión de la Iglesia, como evangelizadores, cada uno desde su vocación específica.

Reunión de Laicos

Además de estas citas mensuales, los momentos álgidos de la vida en comunidad de los laicos Sopeña son los ejercicios espirituales de San Ignacio y el encuentro nacional de colaboradores y catequistas, ambos de periodicidad anual.

Este próximo mes de septiembre, precisamente, celebraremos el XXXII Encuentro, que tendrá lugar en Almería, como otro de los lugares emblemáticos del itinerario de la Beata que se pretende recorrer.

Durante el segundo fin de semana los participantes, colaboradores y catequistas, tendrán ocasión de realizar además una visita especial a Vélez Rubio, a la casa natal de Dolores Sopeña, y a otros lugares simbólicos de su infancia.

La unión y el fortalecimiento de estos equipos redundan también en el refuerzo de nuestro Carisma y su aportación y servicio a la Iglesia, que, al fin y al cabo, es lo que todos vinimos a hacer.

REPARTIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

La fiesta de Pentecostés contiene la tradición de repartir los dones del Espíritu Santo. Hoy los cristianos continuamos celebrando su descenso sobre la comunidad de los Apóstoles para insuflarles el valor necesario para anunciar la Buena Nueva de Jesús.

El equipo de Pastoral del Centro Sopeña Madrid, integrado en la gran obra apostólica que representa la Fundación Dolores Sopeña, ha querido un año más destacar esta festividad de Pentecostés y hacerla presente entre alumnos, trabajadores y colaboradores del Centro.

Como sabéis, la propuesta educativa Sopeña incide en cinco áreas, con el objetivo de posibilidad la formación integral de la persona. Una de ellas es precisamente la Pastoral.

Y es su intención que, en cada uno de los centros en los que trabaje la familia Sopeña, se viva con conciencia cada tiempo litúrgico, que respondamos como hijos de Dios a cada requerimiento de nuestro Padre.

En esta ocasión, en Pentecostés, que tuvo lugar el pasado domingo, es el momento de sentir la presencia del Espíritu Santo; percibir, cada uno de nosotros, que nos habita; reconocer y ser conscientes de que nos transforma y está con nosotros a lo largo de nuestra vida.

Es el Espíritu Santo el que nos mantiene siempre cerca de Jesús; nos da fuerzas para hacerlo presente y anunciarlo, nos regala sus dones, que nos permiten convivir como hermanos, sintiendo siempre el Amor del Padre.

Espíritu Santo

Y cada miembro de la comunidad educativa ha recibido del equipo de Pastoral, inspirado por el Espíritu Santo, un don de entre los siete.

¡Descubramos ahora cuáles son y en qué consisten esos dones!

Sabiduría: el don que nos proporciona el gusto por lo espiritual.

Entendimiento: el don que nos permite comprender con la mente y con el corazón la Palabra de Dios.

Consejo: el don que nos capacita para oír la voz de Dios en las opciones de la vida diaria.

Fortaleza: el don que nos ayuda, superando todas las dificultades, a hacer lo que Dios quiere de nosotros.

Ciencia: don que nos capacita para ver las cosas en su relación a Dios, para tener una auténtica visión de ellas.

Piedad: el don que ablanda nuestro corazón y lo abre a la ternura para amar y respetar a Dios como Padre y a nuestros hermanos.

Temor de Dios: el don que nos prepara para vivir en actitud de respeto hacia Dios.

¡Preparemos nuestro corazón para acogerlos!  Siempre hay uno para ti.