MIRYAM ÁVILA, REELEGIDA SUPERIORA GENERAL

Las Catequistas Sopeña han culminado el XXI Capítulo General en la Casa de Loyola en Azpeitia-Guipúzcoa dando de nuevo su respaldo a Miryam Ávila, que repite como Superiora General para el próximo sexenio.

Además, han renovado los cargos de las consejeras que acompañarán a Miryam Ávila en este servicio de Gobierno que mirará por estar “más cerca de Jesús y de los hermanos”.

El nuevo Consejo General del Instituto Catequista Dolores Sopeña estará formado por Rosa María Hermosa, Beatriz Domínguez, Cristina Buenvarón y Pamela Gatica.

Miryam Ávila, de nacionalidad colombiana e ingeniera industrial de formación, ha llevado a cabo su misión en diversos países donde las Catequistas Sopeña cuentan con comunidad. Concretamente, ha participado con la pastoral carcelaria en Santiago de Chile y Ecuador, ha trabajado con verdadera entrega en la formación de los laicos, tan importantes en el Carisma Sopeña, y ha dirigido ejercicios espirituales, entre otras labores de misión.

Además, ha formado y acompañado a las jóvenes en sus primeras etapas de la incorporación a la vida religiosa en el Instituto Catequista.

Con la reflexión que ha estimulado el lema: “Renacer a una vida nueva en espíritu de esperanza” (cf. 2Cor 5,17) se ha revelado, por una parte, la necesidad de seguir en las líneas de acoger y dignificar a personas vulnerables y en situación o riesgo de exclusión, que se transforman en estímulo para la misión.

Y, por otra parte, la necesidad de dar a conocer a Dios y formar en la fe, y que esta línea tan trascendental “se convierta en fuego en nuestro corazón, como fue el gran deseo de nuestra fundadora Dolores Sopeña”.

Ahora llega el momento de que la Superiora General y su Consejo, con las semillas que han brotado en el camino del Capítulo, adopte las decisiones y los nuevos rumbos por los que debe caminar el Instituto.

Nada de esto será posible sin la aportación y compromiso de toda la comunidad de Catequistas Sopeña.

El Instituto Catequista Dolores Sopeña, constituido en 1901, es una congregación religiosa de derecho pontificio que tiene una espiritualidad cristocéntrica, eucarística, mariana e ignaciana. Vive un nuevo estilo de consagración religiosa basada en la presencia en medio del mundo y se dedica a la promoción humana y a la evangelización de la familia trabajadora, especialmente en los sectores más alejados de la Iglesia.

Las Catequistas Sopeña conforman una comunidad internacional e intercultural, presente en la actualidad en ocho países de América y Europa: Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Italia y España.

Son “mujeres para los demás”. Su misión es dar a conocer a Dios como Padre y trabajar para crear condiciones mejores que permitan que todos vivamos con la dignidad de hijos de Dios y como hermanos. Su consagración plena y su estilo de vida sencillo, las permite moverse y llegar a cualquier parte del mundo.

DOLORES SOPEÑA, UN VALOR PARA LOS CUBANOS

Dolores Sopeña se ha revelado, con gran satisfacción para las Catequistas Sopeña, como un valor importante para los católicos cubanos.

Su paso por la isla, entre 1873 y 1876, y la misión desarrollada allí por ella misma y por el Instituto han dejado la huella que pretendían y van haciendo su camino.

Las Comisiones Diocesanas de Pastoral Juvenil  han nombrado a la beata Dolores Sopeña patrona de la II edición de la Jornada Nacional de la Juventud de Cuba 2019, réplica de la JMJ, que se ha celebrado estos primeros días de agosto en Santiago de Cuba.

También será patrona, durante el próximo año 2020, de las Misiones en Cuba, dentro del Año Internacional de las Misiones.

En las periferias de la ciudad de Santiago de Cuba es donde comienza a perfilarse la metodología de trabajo de Dolores Sopeña, basada en salir al encuentro, acoger e invitar a todos a participar en actividades de formación humana y cristiana, al tiempo que se cubrían sus necesidades básicas.

En la isla caribeña, fundó tres centros de instrucción, para impartir clases de catecismo y a la vez lectura, escritura y aritmética, en su idea de que “la formación material y espiritual siempre han de ir parejas”.

Después de un periodo en el que las Catequistas Sopeña tuvieron que abandonar Cuba, esa misma labor del Instituto Catequista Dolores Sopeña continuó adelante con la comunidad de Catequistas, que aún hoy mantienen su misión en la isla.

La congregación ha dado allí lo mejor de amor, servicio y alegría, a pesar de las dificultades.

La JNJ dio inicio el pasado 1 de agosto en la Catedral Primada de Cuba, en la ciudad oriental de Santiago de Cuba. Más de 1000 jóvenes de las diócesis de Bayamo-Manzanillo, Guantánamo-Baracoa y la propia de Santiago derrocharon devoción, entusiasmo y vitalidad en la inauguración.

Durante el acto se leyeron pequeñas semblanzas de la vida de los santos patronos que fueron, junto a Dolores Sopeña, el papa San Juan Pablo II, san Antonio María Claret y los beatos cubanos, padre Félix Varela y hermano José Piteira.

Los asistentes a esta enérgica explosión de fe participaron en una eucaristía y fueron enviados a misión por la parroquia anfitriona.

Los actos contemplaron además el rosario en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, donde cada misterio estuvo identificado por el estandarte de los patronos.