REUNIÓN PROVINCIAL DE CATEQUISTAS SOPEÑA EN QUITO

Entre el 5 y el 11 de enero tuvo lugar en Quito, en la casa de la Dolorosa del Colegio, Casa provincial y Noviciado, la Reunión anual de la Provincia Nuestra Señora de Guadalupe del Instituto Catequista Dolores Sopeña.

La reunión comenzó con un retiro impartido por nuestra Superiora General, Miryam Ávila Herrera, bajo el lema “Que nuestro Jesús sea Nuestra Fortaleza y, sólo Dios, sea nuestro fin” (T 428). La temática es la Vida Oculta de Jesús, bajo la invitación que Él mismo nos hace en el evangelio de Juan, “Venir y Ver” (versículo 39). La jornada terminó con un diálogo sobre lo compartido durante ese primer día de retiro en comunidad.

El domingo, la hermana Alexandra Alvear (SC) habló de los paradigmas en la formación de la Vida Religiosa, los votos y la formación humana, que es la base de todo aprendizaje. Además, la mañana fue celebrativa y de oración, con la mirada puesta en profundidad sobre el fundamento de nuestra vida consagrada.

En la sesión de la tarde y por Comunidades que integran la Provincia, se analizaron los logros y dificultades en los objetivos trazados al inicio del año 2018: vida y relación comunitaria y la programación de acciones para que los jóvenes tengan contacto con la Comunidad.

El lunes, trabajando también por comunidades, se abordó toda la misión apostólica realizada, destacando asimismo logros, dificultades y desafíos.

Las conclusiones se compartieron en una Asamblea, que representó una enorme acción de gracias a Dios por la vida de cada una de las comunidades, por el trabajo realizado en los lugares donde se encuentra el Instituto Catequista Dolores Sopeña, por la vivencia de su Carisma actual y dinámico y por la riqueza de nuestra Misión.

Reunión Provincial

Anastasio Gallegos, laico de Fe y Alegría y teólogo, invitó durante la jornada del martes a volver a mirar y remirar el mapa: desde los pobres, la fe y la vida consagrada. Ayudó a contemplar a América Latina y el Caribe, desde una realidad actual y sobre la nueva realidad económica, social y los paradigmas emergentes; que son los grandes desafíos para la vida religiosa.

Durante la reunión anual también hubo lugar para un paseo fraterno, en el que se pudo compartir la alegría del encuentro, y el festejo por las Bodas de Oro de la catequista Teresa Henríquez Torres.

El cierre llegó el jueves por la mañana con una evaluación y la celebración eucarística donde se volvió a recordar el acontecimiento de nuestra hermana.

Desde la experiencia de las Catequistas Sopeña de la Provincia de Nuestra Señora de Guadalupe, la cita ha supuesto momentos de alegría, encuentro, reflexión y oración, por los que se agradece a Dios por tanto bien recibido y porque nos permitió vivirlo.

HONRAMOS UNA VEZ MÁS A NUESTRA FUNDADORA

Las Catequistas Sopeña y, en general, la Familia Sopeña repartida por todo el mundo volvemos a celebrar mañana, como cada 10 de enero, la Festividad de la Memoria Litúrgica de la Beata Dolores Sopeña, nuestra fundadora.

Esta ocasión nos sirve además de broche final de un Año Centenario, repleto de actos y celebraciones, y nos deja en los brazos de nuestro próximo Capítulo General, el vigésimo primero para nosotras, Misioneras en Medio del Mundo.

La fecha nos sirve para comenzar el año con alegría y motivación, tal y como comenzaba y mantenía cada proyecto nuestra fundadora. Con la confianza y la mirada puesta en Dios y la fortaleza de quien se sabe al servicio de quienes más sufren, de quienes menos tienen, de aquellos que más alejados están.

A lo largo de todo el mes de enero y parte de febrero, comunidades y centros de formación de su gran obra apostólica, y que hoy mantienen sus hijas: la Fundación Dolores Sopeña, honrarán con diversas actividades el Día de la Fundadora.

Misas, convivencias, comidas fraternas, representaciones teatrales, jornadas y carreras deportivas, yincanas, conferencias, concursos, visitas guiadas, con referencias a la vida de Dolores Sopeña, todo es poco para recordar que cada celebración es una bola de oxígeno, un impulso para reafirmarnos en nuestro trabajo, en continuar con nuestra misión.

Museo- fundadora Dolores-Sopeña

El primer gran acto tendrá lugar en el Centro Sopeña de Toledo. Allí, en el jardín de la plaza de Virgen de Gracia, se plantará un olivo como símbolo del primer centenario de la muerte de Dolores Sopeña. Así mismo, habrá una misa solemne en Vélez Rubio, su pueblo natal.

Pasamos de un recordatorio, de una celebración por el trabajo bien hecho, no sin autocrítica, que no debe faltar; a una mirada optimista y renovada desde el trance que supone para la vida consagrada, ese momento de discernimiento y revelación de Dios que son los Capítulos Generales.

En todo caso, tomando como inspiradoras las palabras de Dolores “yo no puedo vivir sin proyectos”, afrontando todo con alegría, porque a ella le gustaban “los espíritus alegres”.