En Guayaquil, el 23 de marzo a la 19.00 horas de la tarde hemos celebrado una Eucaristía por el inicio del Centenario de su Encuentro definitivo con dios de Dolores Sopeña y de la llegada a América de la Obra…

La celebración ha tenido lugar en la iglesia parroquial, María de Nazareth, de la Ciudadela Sopeña. A ella, han asistido amigos, voluntarias y colaboradoras del Centro Sopeña de Guayaquil y los vecinos de la Ciudadela, que han sido invitados y visitados casa por casa por colaboradoras del Centro Sopeña de Guayaquil.

La Eucaristía fue introducida y motivada por Mª Jesús González, Catequista Sopeña y representante de la comunidad de Catequista y de la Obra en esta ciudad. Fue una celebración muy entrañable y sencilla en la que el párroco ha destacado el espíritu de servicio y de escucha de Dios que tenía Dolores Sopeña, quien dedicó toda su vida a Dios en favor de los más desfavorecidos…

Al final de la Eucaristía, el párroco pidió de nuevo a Mª Jesús González, que contara algo de la vida de Dolores Sopeña y de la llegada de las Catequistas al Ecuador. Al acabar, invitó a que las Catequistas pudieran venir a la parroquia en otra ocasión a hablar de la Vida de Dolores Sopeña y su misión. El párroco, también pidió a la directora de la Unidad Educativa “Dolores Sopeña”, situada en la misma Ciudadela, que se acercara al altar, para aceptar públicamente el ofrecimiento de que los alumnos/as, a lo largo del año, se les diera a conocer a su patrona.

Este miércoles 22 de marzo se ha dado inicio a la celebración del Año Centenario de la muerte de la beata Dolores Sopeña, fundadora del Instituto Catequista Dolores Sopeña, con una vigilia de oración en la capilla de la Casa Generalicia situada en el barrio madrileño de Bilbao en Madrid.

En la oración se dio lectura a fragmentos de la carta que la Superiora General del Instituto, Miryam Ávila, quién se dirigió a las distintas comunidades de la Congregación: “Nos encontramos iniciando este tiempo de preparación para celebrar el Primer Centenario de la ida al cielo de nuestra querida Dolores Sopeña, Nuestra Madre para muchos y de la llegada del Instituto a América, con la primera fundación en Chile. Este año será un a tiempo especial en el que les invitamos a sumergirnos en ella, en su gran espíritu tan lleno de Dios, en sus grandes intuiciones, en su misma experiencia humano-divina. Ella goza de Dios… “Desde el cielo nos ayudará siempre y desde allí nos bendice más…”, como prometió.

 

A continuación, se presentaron los símbolos que presidirán las celebraciones de este Jubileo: un Cirio Pascual, una imagen de Dolores Sopeña y la Reliquia de nuestra Beata.

En este ambiente de oración y cargado de emociones, se leyó el texto de las Bienaventuranzas y se tuvo un hermoso compartir de acción de gracias, además de un intenso momento de peticiones por las necesidades de la Iglesia y del mundo.

Tuvimos el placer de compartir este gran día  acompañados de amigos y Laicos Sopeña que comparten nuestra espiritualidad y misión.

El acto terminó con las palabras de agradecimiento de la Superiora General, dando a besar la reliquia de nuestra fundadora y beata Dolores Sopeña.

A lo largo de estos días también se celebrarán distintas vigilias de oración y eucaristías en las diferentes sedes del Instituto.

El Instituto Catequista Dolores Sopeña comienza a celebrar el centenario del fallecimiento de su fundadora y su primera presencia en América Latina

En torno al aniversario de su beatificación el 23 de marzo se celebrarán vigilias de oración y eucaristías en todas las sedes

El 23 de marzo, aniversario de la beatificación de su fundadora Dolores Sopeña, el Instituto Catequista Dolores Sopeña abrirá las celebraciones del año centenario de su fallecimiento, el 10 de enero de 1918 en Madrid, y su primera fundación en América Latina, el año 1917, específicamente en Santiago de Chile.

Con este motivo, la víspera, se celebrará una vigilia de oración de 10 a 11 de la noche, en la sede de la Casa Generalicia en Madrid, situada en la calle Francisco de Rojas, 6. Así mismo, en las otras sedes de España y América Latina se realizará también una vigilia de oración o una eucaristía.

Las personas interesadas en participar en la vigilia de Madrid se pueden poner en contacto con las Catequistas Sopeña llamando al 91 447 97 09 o el 91 447 59 46.

Todos los actos del Centenario podrán seguirse a través de su web www.catequistasopena.org, así como a través de Facebook y Twitter con el hashtag #CentenarioDSopeña.

Las Catequistas Sopeña somos una congregación religiosa basada en la presencia en medio del mundo y estamos dedicadas en cuerpo y alma a la a promoción humana y a la evangelización de la familia trabajadora, con especial atención a los sectores más alejados de la Iglesia.

Conformamos el denominado Instituto Catequista Dolores Sopeña que es la institucionalización del carisma de Dolores Sopeña, que hunde sus raíces en la espiritualidad ignaciana, basada en el servicio humanitario a las clases más desfavorecidas.

Nuestro carisma es un regalo de Dios, como un fuego en el corazón, que responde a distintas necesidades y situaciones que viven los hombres y mujeres, y está dedicado a observar a las personas y a lo que les rodea para realizar acciones animadas por el mismo Dios.

“Un nuevo estilo de consagración religiosa”

Somos mujeres dedicadas a los demás, con un estilo de vida sencillo y nuestra misión es dar a conocer a Dios y trabajar para mejorar las condiciones en cualquier parte del mundo, para que todos y cada uno de nosotros vivamos con la dignidad que nos merecemos.

“Misioneras en medio del mundo”

Vestimos con traje seglar para llegar a todo tipo de sectores sociales y poder entender mucho mejor la realidad que nos rodea para poder hacer presente a Dios donde vayamos, sin barreras y sin fronteras y en cualquier lugar del mundo.

Nuestra presencia va más allá de lo meramente testimonial y es una presencia activa basada en “vivir en medio del mundo”. Nuestra vocación y carisma hace que seamos personas cercanas, con gran capacidad de escucha para con los demás y con grandes aptitudes para responder a las necesidades de hoy.

Trabajamos para responder con efectividad a los problemas que nos rodean hoy en día y nuestro único objetivo es: “colaborar para hacer realidad el proyecto de Dios en el mundo, a través de la situación particular de cada persona».

“Una misión al servicio de la Iglesia”

Estamos llamadas a dar a conocer a Dios entre personas alejadas de la Iglesia, preferentemente en sectores con menos oportunidades, desarrollando procesos de crecimiento humano y cristiano.…Pero también a ser constructoras de fraternidad, acercando a los distanciados socialmente y favoreciendo relaciones humanas más solidarias para que todas las personas se amen como hijos de un mismo Padre.

¡Nuestra vida consagrada es un servicio generoso a la Iglesia y a nuestro mundo!