RED CLAMOR: LA IGLESIA POR LOS MIGRANTES

La Corporación Dolores Sopeña, que es la entidad de la Fundación Dolores Sopeña en Chile, conformó el pasado Día Internacional del Migrante la Red CLAMOR (Red Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas), una respuesta de voz única de la Iglesia en Latinoamérica en favor de las personas migrantes, refugiadas y víctimas de trata.

Nuestros compañeros de la Corporación Dolores Sopeña han manifestado su compromiso de fortalecer el trabajo y las redes de apoyo para la integración de las personas que llegan al país en situaciones de vulnerabilidad o que ven amenazados sus derechos fundamentales.

En consonancia con el principal valor que nos sustenta al conjunto de la Familia Sopeña, legado por nuestra madre fundadora, la Beata Dolores Sopeña, el compromiso es con la acogida de estas personas, niños, jóvenes y adultos, para construir así una sociedad más justa y equitativa para todos los habitantes de Chile.

Desde hace un tiempo, algunas instituciones y parroquias se venían reuniendo para ofrecer soluciones a migrantes en forma de casas de acogida, cursos, comedores, roperos y bolsas de trabajo, entre otras iniciativas.

La Red CLAMOR, por tanto, está constituida por diversas instituciones vinculadas a la Iglesia Católica con la intención de articular y fortalecer estrategias, no solo de acogida, sino también, de protección, promoción e integración de los migrantes, los cuatro verbos rectores a los que nos ha invitado el Papa Francisco.

Además de la Corporación Dolores Sopeña, los organismos firmantes del capítulo chileno son: el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI), el Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago, la Vicaría de la Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago, la Dirección Nacional de Incidencia y Estudios del Servicio Jesuita a Migrantes, la Fundación Bienvenido Hermano, la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile CONFERRE, la Fundación Scalabrini y Caritas Chile.

La red, no obstante, queda abierta para que se vayan adhiriendo todas las entidades que trabajan por y para las personas migrantes a lo largo del país.

En representación de las organizaciones del sistema de Naciones Unidas que tienen el mandato de proteger a los migrantes y refugiados, Delfina Lawson, del ACNUR señaló: “Se están cerrando las fronteras en todos los países y esto causa la separación de las familias”.

“Hoy más que siempre –añadió- hacemos el llamado para encontrar formas de colaborar con los Estados, para realmente poner en práctica los 4 verbos propuestos por el Papa para que hacerlos carne en nuestro trabajo”.

Tal y como han expresado los firmantes, en la Iglesia “nadie es extranjero y la Iglesia no es extranjera para ningún hombre ni parara ninguna mujer y en ningún lugar”.