Las Catequistas Sopeña somos religiosas que vivimos un nuevo estilo de consagración religiosa, basado en estar presentes y llevar a cabo nuestra misión en medio del mundo.
Nos dedicamos a la promoción humana y a la evangelización de las familias trabajadoras.
No llevamos hábito y vamos vestidas de calle porque creemos que así podemos acercarnos mejor a las personas más alejadas de Dios y de la Iglesia.
La consagración plena y nuestro estilo de vida sencillo, nos permite movernos y llegar a cualquier parte del mundo.
Somos mujeres con vocación misionera formadas para “vivir a la intemperie”, allí donde estén los hombres y mujeres a quiénes hay que salir al encuentro, allí donde hay que anunciar el Evangelio.
No somos Catequistas Sopeña porque impartamos Catequesis, sino porque entendemos la fe como un proceso continuo en cada una de las personas, y a eso dedicamos nuestra vida.
Escuchamos a la Dios en el silencio de la oración para luego poder escuchar en el día a día de las personas con las que nos relacionamos, de las que salimos a su encuentro.
La oración es nuestro motor espiritual. A diario dedicamos momentos de silencio, de reflexión, de adoración eucarística, para agradecer, para pedir a Dios, para experimentar el amor de Dios y comunicarle nuestro amor.
Nuestra congregación es la institucionalización del carisma de Dolores Sopeña, que hunde sus raíces en la espiritualidad ignaciana, basada en el servicio humanitario a las clases más desfavorecidas.
En los Centros Sopeña repartidos por todo el mundo a través de la Fundación Dolores Sopeña, nuestra principal obra apostólica, ofrecemos oportunidades de superación a todas las personas a través de una formación integral e individualizada.
¿Quieres conocernos mejor? ¿crees que tu vocación puede encontrar su lugar entre nosotras?