FESTEJAR A DOLORES SOPEÑA EN BOGOTÁ

La Familia Sopeña en la capital colombiana ha culminado con los festejos del mes de la Madre Fundadora, Dolores Sopeña, con una fiesta de fraternidad y alegría en el Centro Sopeña Bogotá.

La Fiesta de la Integración se ha convertido en un clásico para el Centro Sopeña Bogotá cuando alumnado, docentes y otros trabajadores y voluntarios se congregan para celebrar concursos, bailar, degustar ricos y variados platos, preparados por los asistentes, o jugar a una especie de Bingo.

Los premios, repartidos entre alumnas y alumnos e invitados fueron la guinda a una jornada en la que volvió a quedar de manifiesto la actualidad y conveniencia de una Misión, iniciada hace un siglo por Dolores Sopeña, que pretende facilitar oportunidades de crecimiento personal y profesional a personas, especialmente adultas de familias trabajadoras.

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La actividad que mayor número de personas congrega es la Eucaristía, en la que el agradecimiento a Dios es el sentimiento más palpable entre los usuarios y usuarias, beneficiarios de esa Misión, que ven como sus vidas y sus familias promocionan.

El Centro Sopeña Bogotá, que dirige la Catequista Sopeña Mane Arenas, celebra el mes de Dolores Sopeña en septiembre, aunque las actividades programadas para la ocasión siempre exceden esos treinta días y se extienden durante prácticamente todo el mes de octubre.



ACOGIDA AL CARDENAL Y ENCUENTRO DE VIDA CONSAGRADA EN BOGOTÁ

La Comunidad de Catequistas Sopeña en Bogotá (Colombia), con Mane Arenas a la cabeza como superiora de la misma, acogió la semana pasada la visita del Cardenal Primado de Colombia, Monseñor Luis José Rueda Aparicio.

El Cardenal y el recién ordenado Monseñor Edwin Vanegas recorrieron las instalaciones del Centro que la Fundación Dolores Sopeña, principal obra apostólica del Instituto Catequista Dolores Sopeña, tiene en la capital colombiana.

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Durante la visita, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Monseñor Edwin Vanegas y Monseñor Yoany Cupitra, vicario de la zona pastoral del Espíritu Santo, acompañados por una comitiva de religiosos y religiosas de la Vicaría, pudieron charlar y conocer de primera mano la experiencia en el Centro Sopeña Bogotá de alumnas y alumnos, docentes y personal de la Fundación.

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Este grupo de religiosos, integrado por asistentes a un encuentro de Vida Consagrada conocieron también la labor realizada por el Centro Sopeña y se sorprendieron gratamente por la acogida recibida en el lugar y la alegría que la gente expresaba de aprender y pertenecer a esta Familia Sopeña.

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Monseñor Luis José Rueda Aparicio término su recorrido expresando su orgullo y emoción al ver el servicio que la Iglesia presta en obras como esta y destacó que la Fundación Dolores Sopeña es “como un SENA con Espíritu”, refiriéndose a la institución del Gobierno de Colombia que capacita a las personas para el mundo del trabajo.

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RETIRO ESPIRITUAL ONLINE

“El que reza, nunca está solo”,  dice el Papa Francisco, y así es. Incluso en este momento de pandemia y dificultad, compartir momentos de retiro, oración, reflexión y comunión con personas de otros lugares nos hace sentirnos acompañados y marineros en el mismo barco.

Laicos Sopeña, con los que compartimos espiritualidad y misión, y Catequistas han celebrado el pasado fin de semana un retiro espiritual online, la tercera vez que se organiza, así, con esta modalidad.

Los implicados, miembros de la Familia Sopeña de las comunidades y centros de acción de Quito, Riobamba y Guayaquil (Ecuador) y de Bogotá (Colombia) han expresado su agradecimiento a Dios, “por su paso en cada persona que participó en esta experiencia”.

Aunque no se disfrute de la presencia física, este retiro espiritual online es una oportunidad de dedicar tiempo a nosotros mismos, a los demás, nuestros hermanos, y a Dios.

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Se trata de regalarnos momentos para profundizar en esas relaciones con oración, reflexión y comunión. La oración es nuestro motor espiritual.

Ahora, todos los habitantes del mundo, católicos o no, estamos inmersos en las mismas dificultades, afrontando un momento excepcional, de dificultades añadidas a las propias de la cotidianeidad.

Es más necesario que nunca rezar y acercarse a Dios, lo que nos acercará ineludiblemente a nuestros hermanos. Solo con empatía y comunión se puede salir fortalecido de una situación como esta.

Es una forma, además, de renovar nuestro compromiso con los más desfavorecidos, con los más alejados y que, con seguridad, más necesitan de nuestro brazo extendido.

 

 

 

 

ESTIMULAR LAS VOCACIONES SOPEÑA

El invierno de las vocaciones por el que está atravesando la Iglesia Católica es una evidencia que muchas entidades intentan revertir con gran esfuerzo.

Se trata de acciones que se desarrollan en todas las partes del mundo con el objetivo de ayudar y estimular los procesos de discernimiento y vocaciones, fundamentalmente de los más jóvenes.

Uno de ellos es el que se ha organizado desde el Equipo Intercongregacional de Pastoral Vocacional de Bogotá (Colombia) que, dentro del Canal Cristovisión, emite un espacio denominado “Encuentra tu Vocación”

Este programa emitirá hoy miércoles 21 de octubre de 2020 la intervención de tres Catequistas Sopeña para dar a conocer nuestro Carisma y Misión dentro del seno de la Iglesia.

Durante cerca de una hora y media y estructurado en cuatro momentos: Fundadora, Espiritualidad, Carisma y Proceso Vocacional; Mane Arenas, Verónica Oleas, desde el estudio, y Jacqueline Rivas, online desde Santiago de Chile, ofrecerán la información y compartirán su testimonio a la audiencia.

El programa se emitirá a las 13.30 hora de Colombia, que corresponde con las 19.30 de la tarde de hoy, hora de España, y podrá verse en directo desde el canal oficial de Youtube de Cristovisión o desde la propia página web.

CATEQUISTAS QUE HABLAN DE SUS VOCACIONES

Cada año, la Comunidad de Catequistas Sopeña de Bogotá (Colombia) dedica el mes de septiembre a conmemorar a nuestra madre fundadora, la Beata Dolores Sopeña. El Mes Sopeñista, lo llaman. En esta ocasión, lo celebran, además, rememorando los 75 años de la presencia en este país latinoamericano y hablando de sus vocaciones.

Todos estos años cuentan además historias de compromiso y entrega a la vida consagrada de Catequistas colombianas o de otras partes, pero que pasaron por esa Comunidad de Bogotá, que tanto bien ha hecho.

A través de pequeños vídeos, difundidos en redes sociales, este septiembre Sopeñista está dando visibilidad a experiencias vocacionales.

Las Catequistas Sopeña son mujeres y misioneras en medio del mundo, mujeres acogedoras, de espíritus alegres, como le gustaban a Dolores Sopeña.

Juanita Arguijo, hoy en Santiago de Cuba, mexicana de nacimiento, destaca la calidez humana de tantas experiencias vividas desde 2004 hasta 2013, años en los que vivió en la Comunidad de Colombia.

Agradecida “por todos los bienes recibidos en este lindo país”: amistad, acogida, alegría, creatividad…

También agradecida se muestra Noemí Gutiérrez, colombiana, por toda la riqueza, crecimiento y aprendizaje de las distintas nacionalidades que formaban esa Comunidad.

Blanca Cecilia Martínez, de Bogotá y ahora en Toledo (España), cuenta que respondió a una llamada de la que no fue del todo consciente hasta que Dios se manifestó para ella a través de las palabras de las propias Catequistas Sopeña que conoció allá. En ese momento, dice, decidió que quería ser como ellas.

Unos padres muy cristianos fueron el origen de la vocación de Esperanza Castillo, que se vio confirmada por el trato con las Catequistas, “muy cercanas”, en la capital colombiana. Por eso, anima ahora a las jóvenes a escuchar la llamada de Dios.

Sacramento Muñoz, española y ahora en Loyola (España), expresa su agradecimiento porque Dios y el Instituto Catequista Dolores Sopeña le permitieran ir a América y conocer Bogotá.

Por su parte, Rosa Emilia Laverde, recuerda que conoció a las Catequistas Sopeña en el Centro Obrero de la ciudad y con su afán de ayudar a los demás, no tardó en solicitar su ingreso en la Congregación.

Dice ser y haber sido muy feliz en su vida y con sus tareas y siente que ahora más que nunca, con la pandemia que sufre el planeta, las Catequistas Sopeña han de ofrecer ayuda y esperanza ante las dificultades.

Si a ti también te hace feliz ayudar a los demás, quizás tengas más interés en conocer sobre vocaciones.  ¿Crees que podrías ser Catequista Sopeña?

#75añosencolombia

ESE DIOS QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO

La Pastoral Vocacional Intercongregacional de Colombia está difundiendo vídeos para dar a conocer los distintos Carismas de las congregaciones con presencia en la ciudad de Bogotá, porque “Dios sigue llamando a los jóvenes a comprometerse en la construcción del Reino”.

Ese es el caso de nuestro Instituto Catequista Dolores Sopeña, cuya Comunidad en la capital colombiana está precisamente celebrando sus 75 años de presencia y misión allí en el país sudamericano.

En la grabación, difundida a través de redes sociales, Mane Arenas confiesa a las jóvenes católicas en proceso de discernimiento que para las Catequistas Sopeña lo más importante, según manifestaba nuestra fundadora, es que nuestras actitudes reflejen día a día a “ese Dios que todos llevamos dentro”.

En un canal con más de dos mil seguidores, Mane Arenas explica cuál es el Carisma que vive y mueve a las Catequistas.

“Somos Catequistas, no porque demos Catequesis en las parroquias, si no, porque entendemos la fe como un proceso continuo y “nos dedicamos a dar a conocer a Dios a aquellas personas que no lo aman porque no le conocen”, como decía la Beata Dolores Sopeña.

La misión que realizamos también allí en Colombia se hace en entornos rurales, en centros de capacitación y en escuelas profesionales, en estos últimos casos, a través de la Fundación del mismo nombre.

La oración es el motor de nuestra vida –manifiesta Mane Arenas- y, por eso, los espacios de oración, tanto personal como comunitaria, son muy importantes. “En la noche revisamos el paso de Dios por nuestras vidas y agradecemos por todas esas personas y situaciones en las que Él se ha manifestado”.

Dios tiene un sueño para ti. Atrévete a escucharlo en el silencio, pero también en aquellas personas que Él coloca en tu camino.

¡Atrévete a soñar el sueño que Dios tiene para ti!