Con la entrada de la Cuaresma empezamos un tiempo de preparación para la Pascua. Por eso, para todas las Catequistas Sopeña significa tiempo de cambio para ser mejores y vivir como hijas de Dios.
Este período litúrgico nos invita a encontrar el camino hacia Jesucristo, a reflexionar durante todo lo hecho a lo largo de este año, dar un giro de ciento ochenta grados para buscar a Dios y entrar en comunión.
Es un tiempo de conversión espiritual y de preparación hacia la Pascua de Resurrección, que es el encuentro con el Resucitado, cima del año litúrgico, donde celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y donde seguimos el ejemplo del Señor a través de la oración, el ayuno y la ayuda a los que más lo necesitan.
Para el Instituto Catequistas Dolores Sopeña, la Pascua es la fiesta de la alegría porque es el paso de la muerte a la vida que lleva al perdón y a la reconciliación fraternal, desechando todo lo malo y proclamando el verdadero amor a Dios.
Es la festividad de la Resurrección, que preparamos con mucha emoción en tiempo de Cuaresma y en un Año Centenario para nosotras, donde la oración se convierte en el motor más fuerte induciéndonos a la conversión interior y estimulándonos para seguir haciendo buenas obras por Dios y por los más desfavorecidos.
¡La oración es nuestra más preciada fuerza a lo largo de estos días para experimentar el amor a Dios y comunicarle todo nuestro amor para celebrar con alegría y júbilo la derrota de la muerte causada por el pecado!