El postulador de la Causa de Canonización y presidente de la Associazione Amici di Dolores Sopeña de Roma (Italia), Paolo Merenda, falleció el pasado martes día 15 en Roma de forma inesperada.
Paolo estudió Psicología en la Universidad “La Sapienza” de Roma y Teología en la Pontificia Universidad Lateranense. A lo largo de su vida se especializó en Eclesiología y tenía el Doctorado en Bioética por el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum.
Experto en didáctica y en temas psicopedagógicos, fue profesor en diversos colegios de Roma y, en la actualidad, enseñaba Pedagogía personalista y de los procesos formativos en el Instituto de Ciencias Religiosas “Ecclesia Mater” de la Pontificia Universidad Lateranense.
Fundador y presidente de la Associazione Amici di Dolores Sopeña de Roma (Italia), entidad comprometida en la difusión del Carisma Sopeña, a través del estudio de la espiritualidad Sopeña, la práctica de los Ejercicios Espirituales Ignacianos y el estudio sistemático de la Doctrina Social de la Iglesia, así como en la atención y acogida de los más desfavorecidos y de quienes viven en los márgenes del mundo.
La Familia Sopeña en su conjunto, de la que Paolo formaba parte muy activa desde muy joven, lamenta profundamente tan sensible pérdida. Como laico comprometido e implicado en la evangelización y fiel al espíritu de Dolores Sopeña, Paolo Merenda contribuía en la difusión del Carisma y la espiritualidad propios del Instituto Catequista.
Tal y como reconoció recientemente en la presentación de la nueva edición de la Autobiografía de Dolores Sopeña en Madrid, el pasado 23 de marzo, Paolo Merenda buscó y logró entrar en el alma y en el corazón de nuestra fundadora. Tenía claro que “un postulador no es un hombre de oficina o un burócrata que sabe manejarse entre papeles”, sino alguien “convencido de la santidad de una persona”. Por eso, para él, gran parte de su labor consistió en entrar en el espíritu de Dolores Sopeña y entender y comprender plenamente su corazón, sus valores, su proyecto para darlo a conocer al mundo. Y, sin duda, lo consiguió.
DEP