Teléfono+34 914 475 946 CONTACTO

Liderazgo cristiano

Lejos del mundo empresarial y del profesional, Javier Castellanos Reyes, Laico Sopeña en Quito (Ecuador) nos comparte otras formas de liderazgo, más cercanas a ese gran líder que fue Jesús hace más de 2000 años.

Desde su experiencia, plasmada en un artículo para la revista ICONO, él conoció allá por su adolescencia y como miembro de los Jóvenes Sopeña en Ecuador una forma de guiar, de ser líder, muy empática y cercana, que llevada a cabo por las Catequistas Sopeña.

Era y es una forma de acompañar y de mostrarse como líder desde el Evangelio y, desde luego, impregnado del Carisma Sopeña, “potenciando los dones que teníamos cada una de las personas que nos encontrábamos allí y en ese momento”, explica Javier Castellanos.

Puedes leer aquí el artículo:

 

LIDERAZGO EN EL MUNDO ACTUAL

En tu empresa, organización, institución, tú eres ¿jefe o líder?; qué necesita el mundo actual ¿jefes o líderes?; quizá antes no nos cuestionábamos esta disyuntiva, simplemente en las empresas había jefes y empleados. También ha ocurrido que en diferentes épocas han existido notables personajes que han liderado grandes transformaciones en el mundo, pensemos que hace más de 2.000 años existió un ejemplo que guardaba todas las características de un auténtico líder. Su nombre era Jesús.

 ¿Jefe o Líder?   

 Hasta finales del siglo XX las estructuras organizacionales tenían un enfoque vertical de administrar las empresas; es decir, existían mandos jerárquicos, mandos intermedios y manos operativos como por ejemplo una clásica estructura: Director, Gerente, Sub Gerente, Jefe Regional, Jefe de Zona, Jefe de Sucursal, Jefe de Departamento, Operarios; estas estructuras eran poco flexibles a los cambios; y, principalmente, derivaban en procesos altamente burocráticos que cargaban de ineficiencias a las industrias. En este entorno organizacional de enfoque de administración vertical el papel del jefe se enmarcaba en asignar una tarea a un empleado y vigilar que sus órdenes se cumplan estrictamente.

Una consecuencia directa era que el talento humano no era reconocido como la pieza clave de las instituciones; por lo tanto, no se tenía una cultura de promover el desarrollo del colaborador, potenciando sus habilidades y conocimientos, inclusive motivando la parte creativa que aporte a la innovación, lo que en la actualidad es el factor de crecimiento cualitativo en las empresas.

Nuevos estilos de liderazgo

Los nuevos desafíos de innovación tecnológica, de productos, de servicios, entre otros, han derivado en que el clásico rol de “jefe” esté siendo sustituido por el rol de “líder”; el cual ya no basa su potencial únicamente en sus conocimientos, sino que además debe tener inteligencia emocional, creatividad, pensamiento estratégico; y un conocimiento claro de la misión y la visión de la empresa.

Antes se pensaba que los altos directivos debían estar completamente alejados de los pequeños detalles; y que, únicamente debían permanecer inspirados en lo alto de la montaña, planificando la estrategia y recibiendo retroalimentación de la alta gerencia; nada más alejado de la realidad, se ha demostrado que los grandes líderes empresariales son aquellos que conocen y comprenden la integridad del negocio, a su gente y a su entorno. Por lo tanto, se reconoce que juegan un rol importante para que las cosas se ejecuten, se lleguen a realizar.

Adicionalmente, ahora se han acentuado los ambientes colaborativos en el que las estructurales empresariales están cambiando de una relación vertical a una relación más horizontal, los equipos ya no se forman por silos de conocimiento o expertos en algún tema, sino por equipos multidisciplinarios expertos en diferentes áreas del conocimiento; y, además, con un alto potencial para desarrollar sus habilidades blandas de innovación y creatividad.

Sembrando el liderazgo cristiano

 Recuerdo en mi adolescencia cuando estaba en el grupo juvenil y, claro, como en toda organización, nombrábamos a nuestro coordinador, pero además estaban los colaboradores adultos laicos que ayudaban en la formación de los jóvenes adolescentes; y, también recuerdo con mucho cariño que estaba la Catequista Sopeña, quien lideraba las sesiones y actividades en general que hacíamos los grupos juveniles.

Liderazgo de Jesús

Empecé a notar en estos grupos juveniles algunos rasgos que se evidenciaban de manera natural, sin recurrir tanto a la teoría empresarial que, años después, me tocaría aprender. Me permito comentarles alguno de estos rasgos.

A nuestra Catequista Sopeña nunca la observé dando órdenes, por el contrario, nos guiaba para formarnos y conocernos a nosotros mismos, nos cuestionaba si los valores negativos que nos ofrecía la sociedad realmente valían la pena apostar por ellos, creo que con todo esto trataba de mostrarnos las enseñanzas del evangelio.

Sin duda, lo que más nos impactó fue su ejemplo, su testimonio de vida, un fuego que quedó en nuestros corazones, pensábamos que Jesús también debió haber sido una persona de ejemplo, de guiar, de mostrar el camino, de hablar con asertividad sin herir a nadie, potenciando los dones que tenían cada uno de sus discípulos, el tipo de liderazgo que Él les estaba dejando tenían que replicarlo en cada Comunidad a la que fueran por todo el mundo.

También recuerdo con mucha nostalgia nuestros encuentros juveniles, estos espacios fueron una oportunidad de aprender cómo se llevaba la coordinación en otras ciudades, y mi sorpresa fue que era muy similar, es decir, este liderazgo en el fondo estaba acompañado de una Carisma de una forma de vivir en Comunidad, el Carisma de la Comunidad Sopeña.

Liderazgo y cambio

La época actual es de constantes cambios, por aquello de los nuevos estilos de liderazgo empresarial; y, particularmente el liderazgo cristiano debe también ser ágil y adecuarse a estos cambios.

Tenemos que llegar a más jóvenes que, ante la necesidad de alguien que guíe su vida, muchas de las veces caen en manos de las pandillas juveniles donde ciertamente se ejerce un liderazgo negativo lleno de antivalores. También en las empresas los adultos son guiados por falsos líderes, por el camino fácil de la corrupción; nosotros quienes hemos tenido la valiosa oportunidad de recibir la mentoría de grandes líderes cristianos y líderes empresariales tenemos la obligación de ser los embajadores del cambio en el mundo del trabajo, en nuestros barrios, en nuestra Comunidad, buenos líderes cristianos en el mundo actual.